SÍGUEME EN INSTAGRAM

Instagram

LA GRAVEDAD NO ES UNA FUERZA



👳COMO ASÍ.... LA GRAVEDAD NO ES UNA FUERZA..👳
                                                                                                                                             
“La mente es como un paracaídas… sólo funciona si la tenemos abierta”
-Albert Einstein

El ser humano cree que conoce con certeza el concepto de gravedad. Se hace referencia a ella como la “fuerza” de atracción a la que está sometida todo cuerpo en las proximidades de la Tierra, afirmando además con certeza que se trata de aquella “fuerza” de atracción mutua entre dos objetos, la cual evita que estos floten y los mantiene de cierta manera “unidos” a la superficie terrestre. Esta supuesta “fuerza” es uno de los principales componentes en el Universo. Pero, ¿por qué se utiliza la palabra “supuesta”? Simplemente porque la gravedad NO es una fuerza. Suena sorprendente, pero es cierto, y existen bases para demostrarlo.

A lo largo de la historia, diversos científicos han realizado innumerables intentos para responder el enigma alrededor de este fenómeno, desde Aristóteles hasta Einstein. Estos personajes utilizaron métodos de observación, poniendo en práctica su conocimiento. Aunque sus afirmaciones difieren en estructura, tuvieron un mismo objetivo; definir qué es eso que los atraía al suelo.

Durante el siglo IV a.C, Aristóteles (384 a.C-322 a.C) sostenía que todo lo que ocurre tiene obligatoriamente una causa. De este modo, sostenía la existencia de una “fuerza invisible” que nos atrae hacia el centro del Universo. El primer nombre que recibe es “Gravitas”. Su teoría contenía ciertos errores, como creer que existía una gravedad diferente según la masa del cuerpo.
Mucho tiempo después, Galileo Galilei (1564-1642), interesado por la caída de los cuerpos, comienza a realizar experimentos sobre la caída de objetos en planos inclinados, desarrollando fórmulas sobre el movimiento acelerado. Así es como llega a la conclusión de que la gravedad era una “fuerza constante” en todos los cuerpos.

Posteriormente, Isaac Newton (1643-1727), comenzó plantearse una serie de cuestionamientos. Entre estos; ¿qué es lo que hacía que la Luna no se chocara contra la Tierra? ¿Por qué los planetas se movían? Bajo estas circunstancias, surge la famo6sa caída de la manzana. Esta manzana fue el comienzo de una teoría que revolucionó al mundo y a la ciencia: la “Ley de Gravitación Universal”. Gracias a los anteriores postulados sobre este fenómeno, tuvo las suficientes bases para explicar que la gravedad era lo que hacía que la manzana se cayera y la Luna no.

En el siglo XX, Albert Einstein (1879-1955), contribuyó con una teoría alternativa de la gravedad, pues este a diferencia de Newton, no creía que era una fuerza en absoluto; explicó que era una distorsión en la forma del espacio-tiempo. Complementa su “Teoría de la Relatividad” por medio del “Principio de Equivalencia”, el cual establece la equivalencia entre aceleración y gravedad en los efectos sobre el tiempo. La clave de la relatividad general radica en el hecho de que todo en un campo gravitacional cae a la misma velocidad.
Un ejemplo claro de esto sería pararse en la Luna y soltar un martillo y una pluma, los dos golpearían la superficie al mismo tiempo. Lo mismo es cierto para cualquier objeto, independientemente de su masa o composición física.

Sin una fuerza que actúe sobre él, un objeto se moverá en línea recta. La gravedad deforma el espacio-tiempo de una manera particular, por lo que los caminos rectos de todos los objetos se doblan de la misma manera cerca de la Tierra.

Cuando pensamos en la gravedad, en general creemos que se trata de una fuerza entre masas, pero, por ejemplo, cuando avanzas un paso más en la escala, el valor de esa escala representa la atracción que la gravedad de la Tierra ejerce sobre esa masa, dándole el peso. Es fácil de imaginar que la fuerza gravitatoria del Sol es la que mantiene a los planetas en sus órbitas o la atracción gravitatoria de un agujero negro. Las fuerzas resultan fáciles de comprender como una tira y empuja.

Pero actualmente comprendemos que la gravedad como fuerza constituye sólo una parte de un fenómeno más complejo descrito en la Teoría General de la Relatividad. Mientras que la Relatividad General es una teoría elegante, representa un cambio radical acerca de la idea de la gravedad como fuerza. Carl Sagan dijo una vez, “afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias “, y la teoría de Einstein es una afirmación muy extraordinaria, pues resulta que existen experimentos que confirman la curvatura del espacio y el tiempo.

La clave de la Relatividad General reside en el hecho de que todo lo que se encuentre en un campo gravitatorio cae a la misma velocidad. Sitúese en la Luna y deje caer un martillo y una pluma, ambos llegarán a la superficie al mismo tiempo. Esto mismo es cierto para cualquier objeto independientemente de su masa, composición o naturaleza física, hecho que se conoce como “principio de equivalencia”.
Puesto que todos los cuerpos caen del mismo modo independientemente de su masa, esto quiere decir que, sin algún punto externo de referencia, un observador capaz de desplazarse libremente y alejado de cualquier atracción gravitatoria y un observador en caída libre en un campo gravitatorio de un cuerpo masivo, experimentarán el mismo efecto. Por ejemplo, los astronautas en la estación espacial parecerán como si flotaran sin la acción de la gravedad. En realidad, la atracción gravitatoria de la Tierra ejercida sobre la estación espacial es casi tan fuerte como lo es en la superficie. La diferencia radica en que la estación espacial (y todo su contenido) se encuentra en caída libre. La estación espacial está en órbita, lo que literalmente significa que está cayendo continuamente alrededor de la Tierra.

Ese efecto fue observado por vez primera por Arthur Eddington en 1919. Edddington viajó hasta la isla de Príncipe en la costa de África occidental para fotografiar un eclipse total. Él había tomado fotografías de la misma región del cielo en momentos anteriores. Mediante la comparación de las fotos antes y después del eclipse de la misma región celeste, Eddington fue capaz de mostrar la posición aparente de las estrellas desplazadas cuando el Sol se encontraba en sus proximidades. El valor desviado estaba de acuerdo con Einstein y no con Newton. Desde entonces se ha podido observar un efecto similar en la que la luz procedente de cuásares y galaxias lejanas es desviada por masas próximas a la misma. A menudo, se hace referencia a este efecto como lente gravitatoria y se ha utilizado para medir las masas de las galaxias e incluso evaluar los efectos de la materia oscura.

Un tercer efecto lo constituyen las ondas gravitatorias. Si las estrellas deforman el espacio que les rodea, entonces el movimiento de ellas en un sistema binario debería crear ondulaciones en el espacio-tiempo, de manera similar a las que se forman cuando introducimos un dedo en la superficie del agua. Conforme las ondas de gravedad se irradian desde las estrellas, sustraen algo de energía del sistema binario. Esto significa que las dos estrellas se irán acercando progresivamente describiendo una espiral y en consecuencia su periodo orbital se irá acortando debido a que sus órbitas van siendo progresivamente más pequeñas.

Regalanos tu comentario...gracias. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario